En la carretera que va del sur de Tenerife al Parque Nacional del Teide, hay un pueblecito de pocas almas llamado Vilaflor donde reina la paz y la tranquilidad. Es posible que haya pasado por allí y admirado las macetas de flores de colores que cubren las aceras en algunas partes del casco antiguo, o el pequeño jardín de la plaza, pero poca gente conoce la pequeña pastelería Dulcería Hermano Pedro, un refugio ideal para un desayuno, un café o una sabrosa merienda.
No se deje engañar por las apariencias, por muy pequeña que sea esta pastelería, ofrece una amplia gama de dulces y pasteles para elegir, ¡y créanos que será difícil hacerlo! Te recomendamos el de nueces o el de arándanos, acompañado de un buen cortado. No se pierda este pastelería, le sorprenderá gratamente, y de paso, visite el cercano Pino Gordo para hacer una pequeña parada cultural.
Consejo práctico: lleve algo con lo que cubrirse, especialmente durante los meses de invierno, ya que en Vilaflor suele refrescar más que en otras partes de Tenerife debido a la altitud.